Ayer tuve el placer de presentar «La Piedad de Ceres» de @jcmartinezdon en @librostraperos. Fue algo más de una hora de charla amena y distendida en la que conocimos un poco más los entresijos de la obra y el autor.
Muchas gracias a la librería por cedernos tan maravilloso espacio y, por supuesto, a todos los asistentes. Por mi parte, agradecer también a @lwveider por su regalito y a quienes se hicieron con alguna de nuestras obras. Ah, y a @jacastroescritor por las fotos que hizo durante la charla.
Fue, sin duda, un evento que disfruté mucho. Por más como este.
Feliz día. 
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Como ya sabéis, el pasado sábado estuve firmando ejemplares en la librería Santos Ochoa del C.C. La Zenia Boulevard. 
No tomé más fotos que esta, pero terminé la jornada muy satisfecho con todos aquellos que os detuvisteis un ratito a charlar conmigo u os llevasteis un ejemplar de «La sombra del nagual» a casa. Por eso, el mes que viene, volveré a estar por allí. 
Ya os diré según vaya llegando el día. 
Hay dos cosas en estas palabras de Laura Gallego que, para mí, es importante destacar: una de ellas es la obsesión por publicar y, otra, que hay que trabajar mucho, no ya para ser escritor, sino para hacerlo bien. Huelga decir que yo aún me encuentro en proceso y que, por suerte para mí (y por qué no decirlo, para vosotros, futuros lectores) no me obsesioné con publicar lo primero que escribí hace ya muchos años. Eso sí, a día de hoy, sigo trabajando mucho por llegar a escribir medianamente bien. 
Estoy de acuerdo en buena parte de lo que dice la autora y es que, cada vez con mayor frecuencia, hay muchos que se lanzan a la piscina de la publicación con un borrador en lugar de con una novela acabada. No quiero decir con esto, al igual que recalca Laura Gallego, que no haya buenas primeras obras, porque las hay. Yo me he encontrado de todo, así que doy fe. Pero también me he encontrado con primeras publicaciones (incluso de autores destacados) que se han retirado del mercado y se han vuelto a lanzar con ciertos «retoques» y correcciones necesarios y que atienden precisamente a la evolución del propio autor. O, peor aún, con obras que están plagadas de faltas de ortografía y gramaticales en casi todas sus páginas. 
Dicho esto. Quienes escribís, seguid haciéndolo. No desistáis. Hacedlo con intención y dedicación, poned el alma y el corazón en ello y no tengáis miedo de darle cien vueltas a un manuscrito porque esa es vuestra carta de presentación, vuestro punto de conexión con el lector. 
Ahora que hay mucha más gente que está mirando hacia mis letras pero que no se decide del todo a leer una u otra de mis obras, voy a recuperar algunas de las reseñas de mis obras publicadas para que terminen de decidirse con las opiniones de quienes ya me han leído.
LA SOMBRA DEL NAGUAL (@malasartesed, 2024) es la última novela que he publicado. Salió hace apenas unos meses y ya empiezan a llegar las primeras impresiones. Esta preciosa reseña corre a cargo de mi compi de guadaña @lwveider y la subió hace muy poquito. 
En ella dice cosas tan bonitas como que «Víctor te lleva por el tiempo y el espacio, el pasado y el presente, el mestizaje no solo de razas, sino de almas» o que «me deja con la boca abierta, escribe tan bonito, con frases cortas y contundentes, se nota la belleza de las palabras». Yo no puedo ser objetivo, pero vosotros sí. Así que ya me diréis si estáis de acuerdo o no con la opinión de Veider. Muchísimas gracias por tan maravillosas palabras. Me siento muy halagado. 
Si queréis leer la reseña completa, la tenéis disponible en el IG de LW Veider en el siguiente enlace: 
Hay un montón de libros que tengo a medias (algo inusual en mí), libros de los que voy leyendo relatos sueltos para el podcast o que he releído por gusto (esos no cuentan en este listado; solo libros empezados y acabados). 
Este ha sido un año raro. He publicado novela y libro de relatos. He participado en una antología. He estado en ferias, participado en charlas y mesas redondas, en festivales y otros saraos. He dejado gente por el camino y he conocido a mucha otra. He colaborado en diversos medios y también he ayudado a otros siempre que he podido. He terminado una temporada de podcast y empezado una nueva (esto quiere decir que he preparado, editado, montado, etc) una cuarentena de episodios. Han pasado cosas y, cuando echo un ojo a las lecturas del año, algunas me parecen súper lejanas en el tiempo, como si hubieran pasado años en lugar de meses. 
Ha sido un 2024 duro y moralmente cansado. Con muchos altibajos (que evidentemente no se ven al otro lado), con muchísimo trabajo y esfuerzo, con la idea siempre en mente de hacerlo mejor, de superarme cada día. En la mayoría de los eventos, lo más destacable del año, siempre, ha sido el factor humano. Desvirtualizar a mogollón de gente y conocer a grandísimas personas, aprender por el camino. 
